lunes, 31 de agosto de 2009

El Custodio (2006)














No puedo decir que no me gustó El Custodio. A su vez, creo que, si bien puede decirse algo, no puede decirse mucho sobre esta película.

Hay una cuestión fundamental a elaborar aquí. Este "tipo" de cine ha dado lugar a un nuevo "tipo" de espectador, al cual se le comienzan a hacer evidentes cuestiones de la puesta en escena. Quiero decir que es muy difícil que un espectador no note que
, por ejemplo, estamos ante la historia de un desplazado: de una sombra. Este custodio está atrapado detrás de los hombros del ministro al cual está asignado. Bien. Este hecho no hace a una película (tampoco a esta). Pero leí comentarios donde estas cuestiones, evidentes en la película, son tratadas como elaboraciones sobre la sustancia y el sentido de la película.

Yo veo ahí una plataforma y creo que la película también. Me está gustando más y retiro lo dicho en el primer párrafo -quizá haya mucho que decir-. Es que me molesta que se hable de que un tratamiento "observacional-contemplativo"; que narra por sustracción más que por acumulación. Yo veo lo contrario. Creo que es una película de acumulación, que tiene muy medido y calculado cuándo suelta qué. Es como la aplicación extremadamente medida de un tratamiento clásico: los elementos se disponen (hombre, arma, mar, erotismo, patrón, empleado...), trama y subtrama (
vida laboral y vida privada); y se distribuyen con frialdad y elocuencia cinematográfica para contar la historia de un movimiento.

Un movimiento lento, que marcha desde un protagonismo del segundo plano, hacia la apropiación del primer plano mediante la destrucción del segundo y la consecuente desaparición en el espacio off. Creo que es innegable que Moreno logra contar algo mucho más intenso que la historia de un desplazado: narra la imposibilidad de este custodio desplazado por ser el protagonista de su propia vida y el acto definitivo de apropiarse de ese rol.

Ta. Con esto que escribo me leo y me digo: ¿y por qué carajo no es una gran película? Creo que porque, si bien hay un espacio enorme para el espectador en ella, la película es hermética. Demasiado consciente o demasiado posesiva. ¡Demasiado posesiva! Y por esto vuelvo a destacar mi desacuerdo con la teoría "observacional" de la película. Por ejemplo, cuando van a comer al restorán chino (que es una escena que funciona brillantemente), todo se dispone (por mano omnipoderosa del realizador-guionista) para que estalle; y entonces los chinos salen todos como locos a armar la mesa cuadrada para treinta segundos después decirles que vuelvan a la redonda. Y funciona bárbaro, pero no más. No hay observación: hay articulación y un exquisito manejo del movimiento resultante.

Quiero decir que, creo, es una película que sale más de la cabeza que del corazón. Y por eso está mucho más llena de sentido que de sentimiento.

P.D: Por si alguien llega a leer esto, que conste: esta es una co-producción argentino-alemana-francesa-uruguaya. Por una participación igual o menor que la que tuvo Uruguay en esta película, Whisky es co-producción con Argentina. Los medios argentinos no nombran esta participación uruguaya.