jueves, 4 de diciembre de 2008

Ideas sueltas sobre Buster Keaton

Ayer vi "Go West" (La Conquista del Oeste, 1925) de Keaton. Es, creo, la quinta película que veo: Las Tres Edades, Las Siete Oportunidades, Nuestra Hospitalidad, El Boxeador... Sí, la quinta. También vi algunos de los primeros cortos de su carrera como actor, acompañando a Roscoe "Fatty" Arbuckle (director/actor de estos cortos).

Aquellos cortos tienen, además de la fija de que alguien o algo se va a comer un pastelazo de crema, muchos de los principios cómicos que después se pueden ver, elevados al nivel de genialidad, en las comedias de Keaton... Los personajes saltan, corren pa' todos lados, se enganchan en cosas...

Al punto. Ayer, cuando terminé de ver esa película, me formulé algunas ideas sobre su comedia. Me surgió la hipótesis de que la comedia de este hombre se trata de un choque. ¿A qué me refiero? Me da la sensación de que siempre, en todas las películas que le ví, su personaje se mete en un mundo al que no pertenece y allí choca contra todo (casi casi todo) lo que se le cruza. Me refiero con "choca" a, sencillamente, que se dispone a hacer algo y que le sale mal. Creo que de ese choque y de la reacción de Buster a ese choque surge su comedia. Quizá lo segundo tenga más peso a la hora de provocar la carcajada. O sea, partamos de este principio: es imposible no reírse de Buster Keaton. ¡¿Por qué?! Creo que porque es tan inocentemente tierno, tan bien intencionado, tan inconcientemente torpe, que cuando lo vemos pifiarla y quedar impávido revolviendo un helado batido que se le desbarata por todos lados, lo único que puede pasar es carcajada. En este sentido, sería su actuación (demasiado perfecta) lo que provoca la risa.

Y en realidad su actuación no consiste en enfatizar con muecas ni gestos ostentosos, ni nada. Buster reacciona a aquello que le sucede de la única manera que podría reaccionar: con una torpe, tierna y bien intencionada seriedad. Tremendamente laborioso, está siempre dispuesto a atravesar cualquier desafío, (¿casi?) siempre en virtud del Amor; podrá ser pisoteado, despreciado, desplazado, pero finalmente se impondrá de algún modo a aquello que lo desafía y triunfará; no juzga sus capacidades en virtud de la cosa sino en virtud del fin que persigue, por lo que nada parecería detenerlo... Comedia de perseverancia, digo ahora. Porque muchas veces la risa surge de que, justamente, vemos a este hombre de gorro aplastado y gestos sutilmente infantiles intentar hacer cosas que, a primera vista, parecen escapar sus posibilidades. ¿Se rió alguna vez Buster en sus películas? En los cortos de Arbuckle se lo ve reírse...

Estoy haciendo evolucionar el pensamiento mientras escribo; me disculpo. Ahora se me vienen momento delirantes a la cabeza: una avalancha de rocas y Buster en el medio; una patota enorme de toros comandada por Buster y una vaca, caminando la ciudad; cientos de novias desesperadas persiguiéndolo por las calles... El caos que alcanzan algunas de sus películas en el momento previo a reestablecer el órden es tan grande y absurdo que invita, también, a la risa. Lo que sí, estoy seguro que si en medio de esos disparates viésemos a, no sé: a Gary Cooper, no sería tan gracioso. O, ojo... capaz que sí. ¡No!

Creo que "el espacio" es una de las herramientas cinematográficas más importantes de Keaton. Por ejemplo, en Las Siete Oportunidades le ví algo que no había visto jamás en ninguna película: el tipo se va de un lugar con determinadas características espaciales y, cuando regresa, el espacio cambió. Buster, al igual que el espectador, se confunde y se dispone a entrar por el lugar donde estaba la puerta y donde no está más. Su cara de lógico desconcierto es, nuevamente, hilarante; y además es un instante: no se queda preocupado por esa puerta. Se confunde, encuentra la puerta en su nuevo lugar, va a ella y listo. El tiempo de la reacción lo hace más gracioso.

Estoy tratando de recordar qué decía Alfonso sobre la diferencia entre Buster y Charles Chaplin pero no lo recuerdo... Apenas esbocé algunas ideas sueltas y probablemente confusas. No tengo del todo claro qué es lo que sucede con Buster. Sé, sí, que ni la comedia contemporánea, ni Chaplin me roban tantas risas. Creo que sólo los Hnos. Marx y él, lograron saltar la rígida coraza que me envuelve y hacerme delirar carcajadas.

No hay comentarios: